La vuelta a casa

5/8/20242 min read

Realizar un camino de transformación siempre conlleva un cambio en lo más profundo de nosotros mismos, de lo contrario no hay dicha transformación. Pero el hecho de iniciar ese camino ya supone un gran cambio. Cada paso, dado con firmeza, te lleva al paso siguiente y éste al siguiente y así hasta completar la ruta.

Llevo años realizando un recorrido en el que, si bien es cierto que había crecido mucho, me encontraba haciendo círculos sin avanzar en ninguna dirección. Podría culpar a las circunstancias, podría culpar al trabajo, podría culpar a algunas personas pero la realidad es que era mi responsabilidad avanzar a pesar y gracias a todo eso. Mi mirada estaba puesta en el exterior de mí aunque fuera con los mejores propósitos. Esa mirada, tras el proceso vivido, se ha vuelto hacia mí, hacia mi interior, haciendo que esa casa nueva que esperaba sea mi propia casa interior.

La transformación ha consistido en un “ir hacia dentro”, abriendo espacios al silencio, cambiando la forma de ver y de mirar al otro, enfrentándome a mis inseguridades buscando el origen. Eso me ha llevado a coger las riendas de mi vida con confianza, manifestándose grandes cambios tanto a nivel interno como a nivel profesional. Ha supuesto no sólo una reforma sino una reconstrucción de mi esencia, de mi Ser más profundo.

A pesar de todo lo vivido, siempre he creído muy dentro de mí que la vida merece la pena ser vivida; que los problemas, obstáculos, decepciones, abandonos, rechazos, miedos, inseguridades… son parte del aprendizaje aunque no sea capaz de verlo en el momento. Esa parte llamada intuición, me ha hablado haciendo que no me dejara llevar por el victimismo y a buscar siempre la mejor salida posible desde mi nivel de conocimiento y consciencia. Y si el sentido de la vida es amar, mi sentido de contribución al mundo es servir. Ese es otro de los pilares de mi vida: la orientación al servicio. Pronto entendí que si quería acompañar a otros, primero tenía que ser acompañada y, sobre todo, acompañarme a mí misma. Dejé de ceder la responsabilidad a otros y comencé el maravilloso camino de mi "reforma" interior.

¿Cuál ha sido tu camino? ¿Cómo está siendo tu vuelta a casa?

Si crees que podemos ayudarte de alguna manera, compártelo con nosotras y te acompañamos